martes, 7 de julio de 2009

El Imparcial, un experimento limitado en la implantaciòn de nuevo periodismo en Oaxaca




El reportero de El Imparcial debe plasmar, retratar, NO juzgar. No debemos permitir que nuestros gustos o disgustos influyan en la redacción de una nota. (del Manual de Estilo, AGP).



Podemos empezar con una declaraciòn: el nuevo periodismo, mucho más que un estilo o un conjunto de normas, es una forma de ver la vida, de recrear la realidad.

"I don't get any satisfaction out of the old traditional journalist's view”, aseguraba Hunter S. Thompson; es tratar de sacudir a las personas, meterlas en la historia de la que nunca debieron haber salido.

Para Tom Wolfe, el periodista debía:

  • Telling the story using scenes rather than historical narrative as much as possible

  • Dialogue in full (Conversational speech rather than quotations and statements)

  • Point-of-view (present every scene through the eyes of a particular character)

  • Recording everyday details such as behavior, possessions, friends and family (which indicate the "status life" of the character)

Cuando se presentó la oportunidad de ir a Oaxaca a dar un curso en El Imparcial “un curso para enseñar a redactar a los reporteros, profe, que están muy mal, de veras muy mal… ah, y que no sea muy caro” desde un principio planteé la posibilidad de ir un poco más allá.

Por qué no sólo tratamos de que escriban mejor, sino vemos si es posible que hagan un periodismo màs moderno”, le propuse y ella estuvo de acuerdo, luego de comentarlo con el dueño del periòdico.

Ese primer curso generó muchas expectativas, sobre todo entre los reporteros jòvenes y los editores, al grado que se pudo proponer la elaboración de un nuevo Manual de Estilo.

Una vez más, la situación económica y meses de negociaciones llevaron a una segunda visita al periódico, en esta ocasión, para desarrollar e implementar el Manual e impartir un nuevo curso, en esta ocasión, de algo que se llamó “crónica”, pero que en realidad fue una inmersión apresurada e incompleta en el nuevo periodismo.

Periodismo viejo

A pesar de ser un periódico líder en la entidad, El Imparcial sufre algunos problemas, que el director del diario resume en; “estamos haciendo el mismo periodismo que hace 30, 40 años”.

El subdirector del diario, opina lo mismo: “me parece que muchas veces estamos en los años 40 o 50, haciendo un periodiquito sin importancia y no el mejor diario de Oaxaca”.

Esto es autocrítica real, porque el periódico es el mejor de la ciudad, sin duda alguna.



Ante esta problemática, el periódico decidió tomar algunas medidas para resolver el problema. Por una parte, se profesionalizó una parte de le redacción mediante la contratación de un subdirector editorial con experiencia periodística y estudios profesionales en México y España.

Guerra de sexos

Además, se contrataron nuevos editores de las secciones para que cubrieran el siguiente perfil:



  • Experiencia profesional sólida.

  • Estudios universitarios, preferentemente en periodismo

  • Liderazgo y don de mando.



En un estado tan machista como Oaxaca resultó que la mayoría de las personas con este perfil son mujeres (cabe destacar que las hermanas del director ocupan puestos importantes en el diario y consideran que las mujeres trabajan mejor que los hombres)

Se aumentaron los sueldos de editores y directores y se destinaron recursos financieros y económicos a la redacción en forma de computadoras, instalaciones iluminadas y funcionales.

Recientemente se empezó a impartir cursos a editores y reporteros. Los cursos que se han impartido en El Imparcial hasta el momento comprenden:



  • Redacción periodística

  • Ortografía

  • Géneros periodísticos

  • Crónica y nota de color

Por el nuevo periodismo

En los cursos se hizo énfasis en:

  • Necesidad de contar historias

  • Acercarse a la gente y darle voz

  • Investigar adecuadamente

  • Desconfiar de la fuente oficial

Empezar a favorecer géneros periodísticos más largos que la nota, como la entrevista, el reportaje y la crónica

Al mismo tiempo, y como resultado de la inquietud mostrada por algunos periodistas, sobre todo los más jóvenes, se desaconsejaron algunas prácticas recurrentes en el periodismo oaxaqueño tales como:

  • Inclusión de detalles no vitales, pero comprometedores para la integridad de los afectados

  • Inclusión de nombres completos y direcciones de afectados por accidentes o crímenes

  • Calificaciones viciosas antes de juicio



Además, se desarrollo un Manual de Estilo para el periódico, donde se hace énfasis en las cualidades antes descritas.

No le llamamos “nuevo periodismo”; de hecho, no lo calificamos de ninguna forma más que profesionalización. Sin embargo, es indudable que en estilos, contenidos y esencia, estamos hablando de una aplicación del nuevo periodismo en un medio mexicano.

¿Logros?

Hasta el momento no podemos hablar de logros concretos, tanto referentes a aceptación de los lectores de esta forma de hacer periodismo o aumento de ventas. Sin embargo, sí podemos hablar de logros en el nivel del ejercicio periodístico del periódico.

En un lapso menor a dos meses, en un contexto donde prácticamente no se publicaban notas de este tipo, los siguientes editores y reporteros lo han hecho:

  • Carolina Espino

  • José Luis Pérez

  • Jazmín Ortega

  • Perla Salinas

  • Yadira Sosa

  • Samuel Gómez

  • Mireya Cruz

Los temas tocados van desde la perspectiva de una persona secuestrado casi dos meses, hasta un viaje en autobús a Monte Albán; de festividades religiosas totalmente oaxaqueñas, a la presentación de la cantante grupera Jenny Rivera en El Tule. No hay ya tema que no se pueda abordar, algo que ocurría anteriormente, pues los reporteros pensaban que no eran tópicos “demasiado serios”.

Otros reporteros, como José Hannan Robles, Luis Daney Carrasco y Luis Meixueiro han empezado a incluir en sus notas, de manera consistente, relatos en primera persona de los involucrados, descripciones de ambiente y atmósfera, y versiones alternativas de los hechos.

Sin embargo, este experimento ha encontrado la fuerte oposición de reporteros viejos (generalmente formados en el oficio, sin mayores estudios), quienes consideran que esas cosas “nomás son perder el tiempo”, “inventos de chilangos que no tienen qué hacer” o “cosas de las señoras (como les llaman a las editoras) que no saben periodismo”.

Del mismo modo, se empezó a publicar la columna periodística “Con ojos de turista”, donde el periodista pretende usar un estilo incisivo, directo, en primera persona, para denunciar situaciones tanto de la vida oaxaqueña como de las relaciones entre los diversos grupos que conforman nuestro país. Muchos de los reporteros, sobre todo de los viejos en el periódico, critican la columna y no consideran que eso sea periodismo.

1 comentario:

josénoé dijo...

siempre he creído (nota la primera persona) que el periodismo que habla de objetividad es hipócrita en buena medida. porque el periodismo, sus fórmulas, sus estructuras, sus procesos, son pura interpretación. y es subjetivo.

ojalá que la enseñanza del viejo periodismo o del nuevo periodismo o del postnuevo periodismo brindaran al periodista de lo más importante: una mirada.

un punto de vista a partir del cual captar las cosas. pero creo que eso, en el fondo, no se enseña. simplemente se tiene y, quizás, se desarolla. y se plasma en géneros más bien híbridos.

no todas las personas tienen esa mirada. y por eso está bien que hagan notas, en las que la "mirada" se diluye a través de la fórmula o el cliché de la sobrevalorada pirámide invertida.

saludos

josénoé