sábado, 30 de abril de 2011

Judas

El discípulo atormentado, el traidor guardián del templo, abre una Pacífico y brinda “a tu salud, compita; a tu salud, carnal… a tu salud, mi señor, mi Divino Cordero” y la termina de dos tragos. Suspira, abre la guantera y saca su Colt M1911 con cachas de madera de guamúchil, la izquierda de árbol de Sinaloa; la derecha, de Morelos. La pone frente a su cara y jala el gatillo para que una bala full metal jacket impulsada a 243 metros por segundo lo mande a la oscuridad eterna del olvido.

2 comentarios:

Adriana del Moral dijo...

Me gustó. Mucho. Si Judas fuera sicario, ¿Jesús sería...?

Norma Luz dijo...

¡OYEEE! ME ENCANTÓ ÉSTE. SUCEDE QUE SEGÚN VOY POR LAS LÍNEAS, MI MENTE DIBUJA TUS PALABRAS :D