lunes, 24 de marzo de 2014

De la serie "Qué bonito es vivir en el tercer mundo", el capítulo "Qué malos son en Prodigy, Telmex y Clarovideo”

 El 3 de marzo tuve la ocurrencia de hablar a Telmex para solicitar un paquete de Internet ligado a la línea telefónica del número de mi nuevo departamento. Tomaron mis datos, me dieron un montón de claves, me regalaron un mes gratuito de Clarovideo ("oiga, pero si no tengo aún servicio de Internet, ¿para qué quiero el mes gratis de las películas?” --No importa, lo puede ver desde alguna computadora o dispositivo con Internet.) y me prometieron que en 15 días hábiles me contratarían el servicio... "es que es de fibra óptica, me explicaron (claro, me imaginé un barco gigante con un contenedor en el que estaba un rollito de fibra óptica, con sus tripulantes peleando contra los piratas de algún país africano luego de sortear dos tifones en el Mar de China).

Pasaron 21 días y como no me conectaban nada, llamé por teléfono, donde una señorita muy amable (eso no voy a negarlo) me dijo que mi orden de trabajo estaba cancelada.

"Mire usted --me explicó--; primero iba bien, luego, quién sabe por  qué, se desactivó, parece que sola (la verdad, tuve miedo pues imaginé a Skynet despertando a la vida consciente y haciendo sus pininos con pequeñas maldades), y ya está cancelada... pero yo le prometo que si la reactivamos le voy a dar seguimiento personal".

Pensé que, seguramente, iban a pasar otros 15 días hábiles (les juro que vi el contendedor del rollito de fibra óptica en el mismo barco haciendo el camino de regreso), así que me decidí rechazar el ofrecimiento; además, me dijeron que el servicio adicional de Clarovideo nunca lo habían activado. "Cómo no --le expliqué a la señorita del teléfono--, si hasta me enviaron un correo de bienvenida con clave y todo". Ella me contestó que qué raro, que el único reporte que tenía era que no se había activado.


Al rato voy a contarle a mi papá, quien vive cerca de San Francisco y, seguramente, me explicará cómo en Estados Unidos el servicio está en todos lados, es rápido y barato. Me va a dar envidia, mucha envidia.

1 comentario:

Adriana del Moral dijo...

¡Gabriel, querido Gabriel!
Te extraño. Ha pasado mucho tiempo real, y aún más tiempo en acontecimientos... no sabes la de cosas que tengo por contarte. Veámonos, cuéntame. En octubre es muy muy muy probable que vaya a San Francisco. ¿Crees que tu papá me recibiría? jajaja. Es pregunta, pero la respuesta en realidad no importa. Abrazote.