miércoles, 20 de enero de 2010

Amor eterno

Tienes cristales en la palma de la mano y no sabes, pero tampoco te importa, cómo llegaron allí. Los cristales están allí, te sonríen con esa mueca de depredador que es tan atractiva cuando afuera no hay más que la oscuridad y adentro sólo queda el desconcierto y el frío.

Cierras la mano. Fuerte, más fuerte que el dolor de las articulaciones, más fuerte que los huesos que amenazan con convertirse en sal. Cierras la mano. Los filos del vidrio cortan piel, músculos y tejido, liberan la sangre de su cauce prefijado y de repente todo cobra sentido.

La tibieza en la mano vale todas las sonrisas de la vida, la sangre es una amante, una compañera, una amiga que te reconforta, que te miente con esas mentiras que buscan los enamorados y que estamos más que dispuestos a creer.

Todo está bien, nada cambia, el amor es eterno… pero en el último momento, te das cuenta que nada es cierto, aunque ya es muy tarde.

3 comentarios:

Nash702 dijo...

Y de pronto, te das cuenta que, además de tarde, time doesnt come back. That bothers me...

Anónimo dijo...

Gothic Batman:
Otra gran historia para variar...muy a doc!Tiene usted mucho talento,por eso le agradezco que escriba estos lindos cuentos,pero sobre todo que los comparta conmigo!Me encantó...

Gothic Little Robin

Anónimo dijo...

ad hoc...jajaja distracción momentánea!