...y por fin entraron en la ciudad antigua, en la ciudad amorosamente construida y cuidada. arrasaron con las esculturas centenarias, se orinaron en los vasos sagrados, pisotearon los retratos queridos, vomitaron los recuerdos. no conformes, rasgaron la piel, laceraron las carnes y bebieron la sangre de la ciudad derrotada, hicieron escarnio de su antigua belleza, la despojaron de toda dignidad...
1 comentario:
nada ajenoa nosotros nos puede hacer perder la dignidad,nunca la hizo perder la dignidad, al contrario, se fue y con la frente bien en alto...orgullosa de todo lo que habia logrado.
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